domingo, 30 de noviembre de 2014
Inmobiliario de Fábula
Existe una 'fábula' bursátil que describe a la perfección la creación de una burbuja. Un hombre tiene hambre y entra en una tienda. Compra una lata de comida por 1 euro. Al salir, otra persona le ve y le ofrece 2 euros por la lata. Parece que tiene buena pinta. Cerca de allí, otro personaje ha observado la transacción. Y piensa que tendrá esa lata que ha duplicado su valor en pocos segundos. Se decide a comprarla y ofrece 3 euros. ¡Vendida! La sucesión de compradores y vendedores eleva con el paso del tiempo el precio de la lata hasta, digamos, unos 20 euros.
El último comprador, curioso por su tesoro, decide abrir el recipiente y se encuentra con que la comida está en mal estado. Acaba de pagar 20 euros por algo que ya no puede vender. El misterio se ha desvelado y la cadena de subidas de precios se ha roto. ¿Cuánto vale ahora esa lata caduca si nadie va a comprarla? Moraleja: si no hay precio, su valor es cero. Como todo lo que sigue sobrevalorado y no obtiene visitas del Profesional Inmobiliario o carteles desgastados por el tiempo de la sobre oferta que cuelga de cualquier balcón/ventana de ese propietario con nulo criterio real de la actualidad que vivimos.
La lata del mercado inmobiliario en España se abrió hace ocho años. Desde aquellas fechas de 2007 hasta este mismo mes de noviembre 2014 se van viviendo descensos reales en los precios de la vivienda usada en nuestro país, según datos del índice que elaboran la escuela de negocios IESE y la web Fotocasa o Idealista esas caídas de precio oscilan entorno al 50% llegando en muchos casos al 60%. La recesión´, por tanto, ha llegado a limites insospechados incluso por los más optimistas economistas y gobiernos que hemos tenido.
Debido a que esa pauta se ha registrado ya durante más de ocho años. Ahora, parece que un poco más equilibrada la caída, el mercado Inmobiliario sigue a la baja y sin la solución más demandada por los ciudadanos potenciales compradores de este país, España. El Crédito. Mucho BLA BLA BLA pero poca, mala o nula apertura a conceder ese préstamo que ayude en la compra real. Seguiremos trabajando mientras tanto, con influencia negativa y mucho desequilibrio de igualdad de oportunidades en la ciudadania que aspira a comprar por primera vez su soñada vivienda. Una vez más la juventud olvidada y sin financiación. ¡Tiempo al Tiempo!
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