El
pasado viernes y con motivo del día de las noches claras fui una persona
afortunada: me regalaron una fe y una esperanza. La esperanza, pura casualidad,
era una de las favoritas de este amigo. El autor, Vida. El Titulo, Cada día te Adoro.
Y
me ha absorbido, me ha ganado, me ha cautivado. Me ha poseido la fe en una
especie de maratón conmigo mismo. Hay detalles sin importancia que llegan en el momento
adecuado. Hay imagenes en blanco y negro que son pura verdad a colores de esperanza, palabra al servicio del alma,
poesía inspiradora. Detalles que te hacen pensar y sentir al mismo tiempo,
que te encuentran rápidamente las cosquillas. Y cuando acabó el día de las noches claras me
quedé sentado, en silencio, temblando del miedo a la belleza. Y entonces
me di cuenta: tenía Viditis en grado severo. Aunque algunas personas
a lo largo del fin de semana me han comentado que podría, de hecho, ser
crónica en mi. No sé.