martes, 31 de mayo de 2016

Lo Cuerdo



Por persona cuerda he tenido aquella que no dice lo que siente ni piensa, ni pinta en la blanca cuartilla el azul del cielo con luna llena y la estrellita que le acompaña a unos pocos metros de distancia. Admirable ensueño el que encuentran los ojos al dirigirse hacia el cielo -que no es cielo ni es azul-, pero hemos de darlo por cierto por ser lo más bonito en una noche estrellada.
Por no encontrarme dentro del redondel en el que se define a una persona normal, mi locura está bien clara a toda luz que se le enfoque. Esto da un resultado fatal; sin embargo, el padecer esta clase de locura, más que entristecerme me tranquiliza, pues los pensamientos -creo yo- si no se expresan con verdad, además de ser cuerdo, se es también mentiroso. prefiero mi locura.
Y es que además hoy llevo en la cabeza, si no constituye en grado superior el saber que no es lo mismo ser pragmático que ser coherente, hay que ver lo crédula que puede llegar a ser la mente, el ser humano ve lo que quiere ver, y cree lo que quiere creer.....con frecuencia confunde independencia con construir muros y cerrar puertas, cuando en realidad solo es independiente el que vence sus miedos, acepta sus debilidades, no se castiga por sus fracasos y cree en sus sentimientos, hay muchos que se creen diferentes, cuando en realidad no son más que copias de otros, con comportamientos predecibles, lógicas establecidas, y cerebros que ni ven, ni quieren ver ya se sabe que hay quien prefiere morir a fracasar, cuando fracasar no es más que una posibilidad para hacerlo mejor la próxima vez. Si amigos sí, como lo lees. Y aquí ya, firmo y rubrico la presencia del gato Osi que me acecha el momento de un descuido para pescar las sardinas del plato.