No entregue su trabajo a un asesor con la esperanza de que haga magia. No la hará.
USTED es el mago.
El arte del director consiste en hacer que la gente con
talento se supere cada día poniendo las herramientas necesarias para ello.
Es difícil. Si otorga libertad de decisión a un asesor
inmobiliario, hará lo que crea conveniente porque pensará que eso es lo que usted
quiere de él.
Pero no siempre es así.
Usted le contrata por lo mejor de sus trabajos realizados o
para algo concreto. Puede que sólo haya hecho uno o dos trabajos brillantes en
su vida, y usted tiene la esperanza de que vuelva a alcanzar ese mismo nivel
trabajando en su proyecto.
Pero es muy poco probable. Si le da órdenes demasiado
precisas y austeras, no se sentirá libre para hacer bien su trabajo pierde la
confianza y la ilusión por la creatividad.
El arte consiste en inspirarle. En su mano está tener la
idea que permitirá al asesor inmobiliario llegar más lejos que nunca.
Lo mismo vale para captadores inmobiliarios, venta,
alquileres y cualquier especialista inmobiliario. Es usted quien debe guiarles
por la senda de la iluminación. Todos le responderán si les ayuda a encontrar
un camino mejor.
Nunca deje translucir miedo tenga clara la meta y su
objetivo. Lo importante es lo que usted piense, no lo que puedan pensar los
demás. En eso consiste su trabajo. Sea valiente y al mismo tiempo generoso con
el personal demostrándolo en los pequeños DETALLES, es ahí, en ese
rincón apartado donde está la clave de un gran director, ellos apostarán por la
seguridad. Está solo. VOLAR o MORIR.
Reflexión
encontrada: No
intentes atrapar a la magia, no se puede, surge a su antojo y corretea a
capricho. Pero si en ese ir y venir decide conocerte, fúndete con ella y hazlo
sin demora porque en un parpadeo desaparece.
Concepción Hernández Sánchez