En el vasto firmamento de los días,
Tina, mujer de esencia infinita,
sin límites en su empatía,
con el alma abierta y tierna caricia.
Grande por dentro, como el mar profundo,
sin cláusulas, amorosa y sincera,
piensa sin envidia, de pensamiento fecundo,
fuerte en su esencia, transparente y entera.
De cielo, mar y tierra su espíritu habla,
ángeles la guían en el claro firmamento,
ríos y montañas en su mirada caben,
exploradora de sueños, con puro aliento.
El amor, sin recetas, sin aditivos,
libertad en cada abrazo compartido,
sin ataduras, vuelo alto y vivo,
Tina, en la vida, un canto bendecido.
Su comprensión, como un río que fluye,
objetiva en la vida, firme y legal,
con honestidad que a todos incluye,
Tina, mujer especial, sin par.
A.Y