sábado, 31 de octubre de 2015

Buena Suerte... Mala Suerte.... Quien Sabe ;)


La buena suerte.

Los elementos que forman la buena suerte son: Esfuerzo,  constancia, creatividad, para buscar nuevos caminos e inventar formas diferentes, flexibilidad, para corregir o cambiar todas las veces que sea necesario,  apertura, para ver nuevas posibilidades y diferentes opciones. Una actitud relajada, que nos permite percibir las oportunidades, creatividad, para crear nuevas formas y distintos caminos, que fomenten mayores oportunidades y esperanza, para confiar en que los sueños pueden ser alcanzados, seguridad personal, que nos permite seguir luchando a pesar de los obstáculos o de los errores, dejarse llevar por la intuición, una actitud positiva, que busca soluciones, no problemas.


La mala suerte.
El problema de creer en la suerte, es que cuando lo hacemos, depositamos todo el poder y la capacidad de logro fuera de nosotros, poniéndonos en una situación de impotencia: "Si me va mal, es porque tengo mala suerte y yo no puedo hacer nada al respecto". Las personas que tienen este enfoque pesimista y autoderrotista, no se esfuerzan por mejorar y sólo se fijan en los aspectos negativos de cualquier situación y en los errores que cometen, con lo que confirmar su creencia sobre la mala suerte. La mala suerte está relacionada con algunos hábitos que nos llevan a actuar de manera equivocada y, por lo tanto, a obtener resultados negativos:
Esperar que las cosas sucedan, en lugar de hacer que sucedan.
Ser pesimistas. Culpar a los demás de nuestros errores.
Con esta actitud:
No aprendemos de nuestros errores, por lo que los volvemos a cometer. Le damos a los demás el control total de lo que sucede, sintiéndonos impotentes, inseguros y dejando de actuar.
Fabricar excusas.
En lugar de enfocarnos en las soluciones, perdemos el tiempo buscando excusas que justifique nuestro comportamiento y nos den "permiso" de seguir sin hacer nada al respecto.
Actuar impulsivamente sin analizar las consecuencias. Ser exageradamente autocrítico. Esta actitud evita que actuemos por temor a equivocarnos.
Ser muy tensos o preocupones.
Las personas que se angustian o tensan con facilidad tienden a ser muy poco observadoras y cuando lo son, sólo se fijan en los aspectos que pueden ser problemáticos.

¿Qué hacer?
Aprende a pensar positivamente. Nuestros pensamientos determinan nuestra conducta y nuestra realidad. Si piensas que te va a ir mal, te va a ir mal. Pero si estás convencido de que te va a ir bien, estás dando un paso muy importante para lograr el éxito en aquello que deseas.
Un refrán del Taoísmo chino, dice: “si crees que puedes, tienes razón y si crees que no puedes, también tienes razón".

Actúa.
No te quedes sólo en el deseo, los sueños o las metas. Aunque el pensamiento positivo es el primer paso, la acción es indispensable. Reconoce tus errores, no para sentirte culpable, sino para aprender de ellos.  Todos nos tropezamos, pero si tropezamos con la misma piedra no es mala suerte, es inconsciencia o torpeza de nuestra parte.
La buena suerte está formada por esfuerzo y constancia, recuérdalo. No dejes las cosas para mañana. Las oportunidades pueden pasar delante de ti, pero no se van a quedar estacionadas indefinidamente. Busca las oportunidades y aprovéchalas. Pocas veces las oportunidades van a tocar a nuestra puerta y a mantenerse allí hasta que estemos dispuestos a hacer algo al respecto. Necesitamos salir a buscarlas y cuando las encontremos, luchar por ellas.
Si piensas que en el pasado tuviste mala suerte, olvídate de ese pasado. Hoy eres una persona diferente, con más experiencia y puedes desarrollar una nueva actitud. Por lo tanto, no tienes por qué repetir los errores del pasado, si no quieres.
Si crees que en estos momentos tienes mala suerte, quizás es necesario hacer cambios importantes en tu vida. Hazlos, pero analiza las situaciones.
Los resultados de la buena suerte no son inmediatos, aprende a ser constante y a tener paciencia. Si no obtienes a corto plazo lo que deseas, no abandones, date un tiempo lógico, razonable y adecuado al objetivo en el que estás trabajando. Aprende a ver las dificultades y los fracasos como retos que puedes vencer y que te van a ayudar a aprender nuevas cosas con las que en el futuro triunfarás.


 Pregúntate:
¿Cómo es mi actitud actual, ante los problemas y dificultades?
¿Me atrevo a soñar y a ponerme objetivos importantes o me conformo con lo que sea?
¿Cuándo me propongo algo, actúo con confianza o dudo de mi capacidad?
¿Me considero capaz de lograr mis metas?
¿Qué pienso de mi actitud en el pasado
¿Qué puedo aprender de mis errores o "fracasos" del pasado"?
Contesta con honestidad y rotundidad cada una de estas preguntas por escrito y trabaja para desarrollar una mejor actitud en todos los campos de la vida.
 

RECOMENDADO:  Un libro magnífico y súper recomendable que nunca pasará de moda; "La Buena Suerte"  escrito por Álex Rovira y Fernando Trías De Bes. No dejes de leerlo.