martes, 29 de diciembre de 2015

ALCANZA TU SUEÑO




Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.
Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó!

Persevera en tus pasos

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla. No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio afán".
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.
La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

De ti depende.

Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos. No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella. El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. "Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños".

Mahatma Gandhi.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Mucho más que un Simple Adios



Caminábamos en dirección contraria, pero se clavaron las miradas, y nos volvimos a la vez para  mirarnos, fue como una corriente eléctrica, como si nos conociésemos de otras vidas. Como si nos hubiésemos conocido en nuestros sueños.

Estábamos en una ciudad de paso, regresé por  el camino para buscarte, tú, habías hecho lo mismo. Al encontrarnos no podíamos dejar de sonreír, las palabras se atropellaban en nuestros labios. Uno frente al otro, las manos unidas izquierda con derecha, leyendo uno en los ojos del otro, como si nos conociésemos desde tiempos inmemoriales.

Supimos nuestros nombres sin decírnoslos, los actuales y los pasados, teníamos la misma edad, éramos el mismo signo, nacimos el mismo día. El momento se hizo eterno, el tiempo se detuvo, nuestros rostros cambiaron una y otra vez, en todos nos reconocimos, nos vimos nacer y morir.

En la duda, sabíamos que al soltar nuestras manos, al dejar de mirarnos, se terminaría la magia, y sucedería lo inevitable. Todas las vidas habíamos repasado mientras duró el contacto, y de todas nos conocíamos.

Al soltar nuestras manos, la oscuridad apenas duró un instante, luego esa luz blanca, intensa envolvente, me llevó una paz inmensa. Porque solo regresé para repasar otras vidas, y reconocerme en las siguientes, en la cama dejé abandonado mi cuerpo, y me fui sin más. Mi cuerpo siguió su camino efímero de la vida a la nada y yo proseguí mi camino, a la espera de renacer en otro cuerpo… esta vez sin prisa.

sábado, 31 de octubre de 2015

Buena Suerte... Mala Suerte.... Quien Sabe ;)


La buena suerte.

Los elementos que forman la buena suerte son: Esfuerzo,  constancia, creatividad, para buscar nuevos caminos e inventar formas diferentes, flexibilidad, para corregir o cambiar todas las veces que sea necesario,  apertura, para ver nuevas posibilidades y diferentes opciones. Una actitud relajada, que nos permite percibir las oportunidades, creatividad, para crear nuevas formas y distintos caminos, que fomenten mayores oportunidades y esperanza, para confiar en que los sueños pueden ser alcanzados, seguridad personal, que nos permite seguir luchando a pesar de los obstáculos o de los errores, dejarse llevar por la intuición, una actitud positiva, que busca soluciones, no problemas.


La mala suerte.
El problema de creer en la suerte, es que cuando lo hacemos, depositamos todo el poder y la capacidad de logro fuera de nosotros, poniéndonos en una situación de impotencia: "Si me va mal, es porque tengo mala suerte y yo no puedo hacer nada al respecto". Las personas que tienen este enfoque pesimista y autoderrotista, no se esfuerzan por mejorar y sólo se fijan en los aspectos negativos de cualquier situación y en los errores que cometen, con lo que confirmar su creencia sobre la mala suerte. La mala suerte está relacionada con algunos hábitos que nos llevan a actuar de manera equivocada y, por lo tanto, a obtener resultados negativos:
Esperar que las cosas sucedan, en lugar de hacer que sucedan.
Ser pesimistas. Culpar a los demás de nuestros errores.
Con esta actitud:
No aprendemos de nuestros errores, por lo que los volvemos a cometer. Le damos a los demás el control total de lo que sucede, sintiéndonos impotentes, inseguros y dejando de actuar.
Fabricar excusas.
En lugar de enfocarnos en las soluciones, perdemos el tiempo buscando excusas que justifique nuestro comportamiento y nos den "permiso" de seguir sin hacer nada al respecto.
Actuar impulsivamente sin analizar las consecuencias. Ser exageradamente autocrítico. Esta actitud evita que actuemos por temor a equivocarnos.
Ser muy tensos o preocupones.
Las personas que se angustian o tensan con facilidad tienden a ser muy poco observadoras y cuando lo son, sólo se fijan en los aspectos que pueden ser problemáticos.

¿Qué hacer?
Aprende a pensar positivamente. Nuestros pensamientos determinan nuestra conducta y nuestra realidad. Si piensas que te va a ir mal, te va a ir mal. Pero si estás convencido de que te va a ir bien, estás dando un paso muy importante para lograr el éxito en aquello que deseas.
Un refrán del Taoísmo chino, dice: “si crees que puedes, tienes razón y si crees que no puedes, también tienes razón".

Actúa.
No te quedes sólo en el deseo, los sueños o las metas. Aunque el pensamiento positivo es el primer paso, la acción es indispensable. Reconoce tus errores, no para sentirte culpable, sino para aprender de ellos.  Todos nos tropezamos, pero si tropezamos con la misma piedra no es mala suerte, es inconsciencia o torpeza de nuestra parte.
La buena suerte está formada por esfuerzo y constancia, recuérdalo. No dejes las cosas para mañana. Las oportunidades pueden pasar delante de ti, pero no se van a quedar estacionadas indefinidamente. Busca las oportunidades y aprovéchalas. Pocas veces las oportunidades van a tocar a nuestra puerta y a mantenerse allí hasta que estemos dispuestos a hacer algo al respecto. Necesitamos salir a buscarlas y cuando las encontremos, luchar por ellas.
Si piensas que en el pasado tuviste mala suerte, olvídate de ese pasado. Hoy eres una persona diferente, con más experiencia y puedes desarrollar una nueva actitud. Por lo tanto, no tienes por qué repetir los errores del pasado, si no quieres.
Si crees que en estos momentos tienes mala suerte, quizás es necesario hacer cambios importantes en tu vida. Hazlos, pero analiza las situaciones.
Los resultados de la buena suerte no son inmediatos, aprende a ser constante y a tener paciencia. Si no obtienes a corto plazo lo que deseas, no abandones, date un tiempo lógico, razonable y adecuado al objetivo en el que estás trabajando. Aprende a ver las dificultades y los fracasos como retos que puedes vencer y que te van a ayudar a aprender nuevas cosas con las que en el futuro triunfarás.


 Pregúntate:
¿Cómo es mi actitud actual, ante los problemas y dificultades?
¿Me atrevo a soñar y a ponerme objetivos importantes o me conformo con lo que sea?
¿Cuándo me propongo algo, actúo con confianza o dudo de mi capacidad?
¿Me considero capaz de lograr mis metas?
¿Qué pienso de mi actitud en el pasado
¿Qué puedo aprender de mis errores o "fracasos" del pasado"?
Contesta con honestidad y rotundidad cada una de estas preguntas por escrito y trabaja para desarrollar una mejor actitud en todos los campos de la vida.
 

RECOMENDADO:  Un libro magnífico y súper recomendable que nunca pasará de moda; "La Buena Suerte"  escrito por Álex Rovira y Fernando Trías De Bes. No dejes de leerlo.

domingo, 27 de septiembre de 2015

RENOVEMOS ILUSIONES





De la Ilusión  al Objetivo se necesita esfuerzo
La ilusión sirve para no rendirnos, para llenarnos de aliento y empujarnos a conseguir nuestros objetivos a largo plazo. Con el paso de los años parece como si el depósito de nuestras ilusiones se fuera agotando. Esta sensación está asociada a la experiencia. Las cosas no nos hacen la misma ilusión cuando las hacemos por primera vez, que cuando la repetimos muchas veces. Por eso las ilusiones hay que renovarlas.
El problema de las ilusiones llega cuando no sabemos conformarnos, es decir, cuando construimos nuestro objetivo sobre expectativas de las que dependen directamente nuestra felicidad o nuestra autoestima y que, si no las conseguimos, nos hacen sentir mal. Por eso, debemos motivarnos, ilusionarnos sin despegar mucho los pies del suelo.


La ilusión conecta con los sentimientos más positivos del ser humano y es contagiosa. Recurrimos a ella para sentirnos mejor, para alcanzar algo que nos hace feliz. Eduardo Punset argumenta que “en el hipotálamo del cerebro está lo que los científicos llaman circuito de la búsqueda. Este circuito, que alerta los resortes de placer y de felicidad, sólo se enciende durante la búsqueda y no durante el propio acto.
En la búsqueda, en la expectativa, radica la mayor parte de la felicidad”. Dice Gilbert Keith Chesterton que “hay algo que da esplendor a cuanto existe y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina”. La ilusión aviva nuestro sentimiento de felicidad por eso es algo que debemos cultivar.