miércoles, 15 de marzo de 2023

Fábula del Ratón


El Lide
 

Un ratón mirando por un agujero de la pared, ve al granjero y su esposa abrir un paquete. Quedó aterrorizado al ver que era una trampa para ratones. Fue corriendo al patio a advertirle a todos.
Hay una ratonera en casa!.
La gallina que estaba cacareando y escarbando le dice: "disculpe Sr. ratón yo entiendo que es un gran problema para usted pero a mí, no me perjudica en nada", entonces fue hasta el cordero y le dice lo mismo: "disculpe Sr. ratón pero no creo poder hacer algo más que pedir por Ud. en mis oraciones", el ratón se dirigió a la vaca y ella le dijo: "¿pero acaso estoy en peligro? pienso que no! dijo la vaca", el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo como el de la ratonera atrapando su víctima, la mujer corrió a ver que había atrapado. En la oscuridad ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente veloz mordió a la mujer, el granjero la llevó inmediatamente al hospital, ella volvió con fiebre alta.
El granjero para reconfortarla le preparó una nutritiva sopa, agarro el cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina; como la mujer no mejoró los amigos y vecinos fueron a visitarlos, el granjero mató al cordero para alimentarlos, la mujer no mejoró y murió, el esposo vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.
La próxima vez que alguien te cuente su problema y creas que no te afecta por que no es tuyo y no le prestes atención, piénsalo dos veces, el que no vive para servir no sirve para vivir. El mundo no anda mal por la maldad de los malos sino por la apatía de los buenos.

La Fábula del Ratón


Así que cuando alguien necesite de ti por sus problemas tiéndele la mano o dale una palabra de aliento.

 
Que no te falte nunca la empatía!!!

 

sábado, 18 de febrero de 2023

No supongas, Haz siempre lo mejor

 

Los 4 acuerdos

En el libro “Los Cuatro Acuerdos” de Miguel Ruiz nos hace ver como el ser humano crece en una sociedad donde todo lo que creemos es una realidad impuesta por nuestros padres, nuestros profesores, la sociedad, la religión, las creencias, etc. La mayoría de los seres humanos somos títeres con una venda en los ojos que no nos deja ver las cosas como realmente son porque esto es lo que se nos enseña desde niños, nuestros padres no son los culpables ya que a ello se les enseño lo mismo y a los padres de nuestros padres igual; a esa edad no tenemos más opción que creer y aceptar lo que se nos dice porque no conocemos nada más para poder cuestionarnos la realidad de las cosas.

La sociedad, nuestros padres, la cultura, las creencias, estas son las fuerzas que controlan los hilos para que este títere se mueva y los hilos son los acuerdos que hacemos cuando aceptamos estas creencias.

Estos acuerdos o proceso de domesticación de los seres humanos (como se les llama en el libro “Los Cuatro Acuerdos”) es lo que nos introduce al sueño externo, sueño del que la mayoría de personas formamos parte ya que decidimos, por medio del acuerdo, creer todo lo que se nos dice.

Con el tiempo, cuando vamos creciendo, nos vemos obligados a usar mascaras para convertirnos en lo que la sociedad quiere que seamos, poder ser parte de un grupo y sentirnos aceptados.

Siempre buscamos ser perfectos y que los demás también lo sean, cuando creemos que no logramos llegar a ese punto de perfección esperado es cuando nos empezamos a juzgar, a auto-rechazar y a rechazar también a las personas que nos rodean.

Todos tenemos un juez interno que se rige con las leyes del sueño externo, este juez nos castiga cada vez que no cumplimos con estas reglas y busca que nos sintamos mal y avergonzados de nuestros actos, ahí es cuando aparece la víctima. La víctima carga con la culpa de todo lo que hemos hecho mal en el pasado y tiene la necesidad de ser castigada una y otra vez por cada cosa que hacemos que es mal vista o va en contra de las reglas de la sociedad.

Todos estos elementos que se encuentran en nuestra mente, la búsqueda de la verdad, la necesidad de ser perfectos y aceptados por un grupo, el juez que constantemente juzga nuestras acciones, la víctima que carga la culpa de las acciones ya hechas y se castiga una y otra vez, las reglas que tenemos que seguir y cumplir según el sueño del planeta, las máscaras que usamos para complacer a todos, son lo que conforman la venda que no nos deja ver quiénes somos en realidad.

Los toltecas dicen que nuestra mente es un “gran mitote”, una bruma donde todos hablan en el sueño externo y nadie se entiende, esta bruma representa la venda en mi ejemplo del humano como títere porque no nos permite vernos como realmente somos ni deja que veamos las cosas como realmente son

Mi tiempo tu tiempo


Amigos míos, he aquí mi reflexión La lectura que se desprende de los cuatro acuerdos y que abruma a cualquier persona con dos dedos de frente, eso sí, como sea conformista no hay reflexión que valga.. para nada sirve volar si no aprendes a planear los aires subir y bajar estorbar y conceder cuando se tiene que cumplir la justicia divina del ser en la empatía y agradecimiento a la vida independientemente de las circunstancias que te hayan tocado vivir.. la vida es bella es maravillosa y la vida se acaba. Gran solución al después.
😉

viernes, 6 de enero de 2023

ARTABÁN, El cuarto Rey Mago

 

La Estrella palmera (Isla de la Palma)

Estimados amigos y amigas, hay una leyenda que, sin ser parte de la Revelación, nos enseña lo que Dios espera de nosotros.

Se cuenta que había un cuarto Rey Mago, que también vio brillar la estrella sobre Belén y decidió seguirla. Como regalo pensaba ofrecerle al Niño un cofre lleno de perlas preciosas. Sin embargo, en su camino se fue encontrando con diversas personas que iban solicitando de su ayuda.

Este Rey Mago las atendía con alegría y diligencia, e iba dejándoles una perla a cada uno.

Pero eso fue retrasando su llegada y vaciando su cofre.

Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables, y no podía dejarlos desatendidos. Se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas y luego procedía su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido.

Sucedió que cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y el Niño había huido con sus padres hacia Egipto, pues el Rey Herodes quería matarlo.

El Rey Mago siguió buscándolo, ya sin la estrella que antes lo guiaba.

Buscó y buscó y buscó... y dicen que estuvo más de treinta años recorriendo la tierra, buscando al Niño y ayudando a los necesitados.

Hasta que un día llegó a Jerusalén justo en el momento que la multitud enfurecida pedía la muerte de un pobre hombre. Mirándolo, reconoció en sus ojos algo familiar.

Entre el dolor, la sangre y el sufrimiento, podía ver en sus ojos el brillo de aquella estrella.

Aquel miserable que estaba siendo ajusticiado era el Niño que por tanto tiempo había buscado.

La tristeza llenó su corazón, ya viejo y cansado por el tiempo. Aunque aún guardaba una perla en su bolsa, ya era demasiado tarde para ofrecérsela al Niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz.

Había fallado en su misión. Y sin tener a dónde más ir, se quedó en Jerusalén para esperar que llegara su muerte.

Apenas habían pasado tres días cuando una luz aún más brillante que mil estrellas llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro! El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, tomó la perla que le quedaba y extendió su mano mientras hacía una reverencia. Jesús le tomó tiernamente y le dijo:

“Tú no fracasaste. Al contrario, me encontraste durante toda tu vida. Yo estaba desnudo, y me vestiste. Yo tuve hambre, y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Pues yo estaba en todos los pobres que atendiste en tu camino. ¡Muchas gracias por tantos regalos de amor! Ahora estarás conmigo para siempre, pues el Cielo es tu recompensa.”

Artabán (el cuerto rey mago)
Comos podéis ver, la historia no requiere explicación... nosotros somos el cuarto Rey Mago y Jesús espera que le encontremos en cada persona necesitada que se cruce en nuestro camino. Un abrazo para todos.