Hay un momento en la vida, en que comprendes que ha llegado
el tiempo de cambiar, y si no lo haces, nada jamás podrá cambiar. Comprendes
que si al fracasar, no tienes el coraje de comenzar de nuevo, la vida seguirá
sin ti. La dicha no nos acompaña siempre y nuestra vida a veces se torna
diferente de lo que nos imaginamos.
No siempre nuestros días brindan lo que esperamos. Sin
comprender por qué, a veces toman rumbos tan imprevisibles que ni en tus sueños
se hubieran asomado. Pero igual, si no te animas a escoger un camino, o a
realizar un sueño, estás en gran peligro de vagar sin rumbo y perderte. Más
bien que preguntarte con mil ansias por qué tu vida se ha tornado como es
ahora, acepta el camino abierto que te espera.
Olvídate de lo que fue, no te confundas. Eso ya pasó. Sólo
el presente importa. El pasado es ya una ilusión, y el futuro todavía no
existe. Pero vivimos hoy. Mide tus pasos uno a uno, sin perder la fe, guardando
tu valor y confianza. Con tu frente alta, no temas soñar, ni mirar las
estrellas.
Un poco más de paciencia, tu vigor volverá y encontrarás tu
vía. Una senda más bella y serena de lo que has soñado te llevará a donde
quieras que te lleve, cumpliendo todos tus deseos. No pierdas confianza en tus
fuerzas, y toma esa nueva vía. Verás que está llena de alegría, de aventuras y
deleite como en tus sueños no imaginaste. Cree en ti.
Todos tenemos adentro una brújula que nos conduce adonde
anhelamos. No olvides confiar en tu brújula, consúltala a menudo, porque el
conocer su presencia te dará fortaleza para lo que la vida te depare. No
permitas que te desvíen. Pídele la verdad a tu corazón, y te dará la respuesta
y el discernimiento para tomar las decisiones que son para ti. Ama a todos, y
no esperes agradecimientos. Haz lo mejor que puedas. Vive cada día en su
plenitud. Nadie puede leer el futuro.
Capitanea tu destino, se el Amo. |
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